Tras la muerte de su padre, el príncipe Jonathan de Maled se enfrenta a grandes decisiones.
Además de prepararse para el funeral real, Jonathan debe alistar su boda, requisito indispensable para su posterior coronación. Su prometido, el príncipe Henry de Aurve, está por llegar a Maled, tanto para las honras del difunto rey como para conocer a su futuro esposo, una presentación que el rey Lucius consiguió retrasar durante años.
Pero, fuera del dolor de perder a su padre, a Jonathan le preocupa que la muerte del rey Lucius no fuera por causas naturales, por lo que decide contratar los servicios de un detective considerado el mejor de los reinos… una decisión que transformará su mundo cuando insiste en acompañar al investigador durante sus pesquisas… sin revelar que él es el heredero del trono de Maled.
Ahora, el príncipe Jonathan se encuentra en una encrucijada: descubrir si hubo algo siniestro en la muerte de su padre, atender sus deberes reales, honrar sus compromiso con el reino de Aurve y, al mismo tiempo tratar de conseguir lo que su padre tanto deseaba para él: la libertad de elegir de acuerdo a su corazón.
