En el año 2018 la Organización Mundial de la Salud, clasificó la adicción a los videojuegos como un problema de salud mental. Entonces, ¿será este el nuevo enemigo de los padres? ¿La verdadera causa de la violencia en las escuelas de Estados Unidos? ¿Un tirano disfrazado de cordero, acechando en las sombras por el alma de nuestros jóvenes, niños y, sin duda alguna, uno que otro adulto, que gozan de ellos en sus tiempos libres?
Como psicólogo clínico en adicciones, y desde lo más esencial de mi vida gamer, busco proporcionar una luz de guía para los padres preocupados por la relación de sus hijos con los videojuegos y cómo protegerlos de caer en una adicción que puede dañar su salud física y emocional.
Por eso estas páginas están destinadas, en general, al público menos conocedor del tema de los videojuegos y, en lo particular, a papá y mamá, para que puedan distinguir qué es sano y qué es desadaptativo en dichas conductas, y cómo pueden afrontarlo.
